Tanto Esteban Ramírez Zepeta como Juan Javier Gómez Cazarín conciben el proyecto de la Cuarta Transformación como una forma de vida. Desde el Palacio de Gobierno y, con el visto bueno de la Presidencia, se ha definido a este par como quienes moverán los hilos de Morena en Veracruz.
El primero como dirigente estatal y el segundo como principal operador político, serán las principales armas que presentará el partido político fundado por López Obrador, de cara al venidero proceso electoral del 2021.
El gobernador Cuitláhuac García, primer militante de Morena en el Estado, reconoce en su todavía coordinador de asesores y en el diputado presidente de la Junta de Coordinación Política a dos baluartes imprescindibles de su partido, que sabrán unir a los simpatizantes hacia un mismo objetivo: consolidar el programa de su sexenio con el apoyo de los 212 Ayuntamientos y del Congreso del Estado.
En efecto, 2021 será un año crucial para la realidad política de México y especialmente de Veracruz, dado que se renovará a todos los alcaldes, síndicos y regidores, a los 50 legisladores locales y a los 20 diputados federales por el estado, lo que obliga a definir con precisión a quienes serán los artífices de la victoria electoral.
La instrucción – remitida por las altas esferas del Gobierno Federal – es muy clara y muy directa: bajo ningún motivo se pueden perder las posiciones ganadas con el arrastre de Andrés Manuel López Obrador hace un par de años, se deberá de elegir a los mejores candidatos y a los más honestos, a aquellos que garanticen la continuidad de los principios de austeridad y eficiencia en la administración pública.
Por tal motivo, Esteban Ramírez Zepeta será designado presidente estatal de Morena: es un hombre que conoce a la militancia y que sabrá conciliar con las bases partidistas para generar los acuerdos pertinentes y, además, estará cobijado por el líder de la JUCOPO en Veracruz, quien ha demostrado su personalidad en asuntos trascendentales para el pueblo, como la remoción de Jorge Winckler, la reestructuración de la deuda pública y, recientemente, demostró su convicción idealista con el desafuero del “Diputaco”, Erik Aguilar, actual prófugo de la justicia.
En poco más de un año de trabajo y resultados, esta dupla convenció al titular del Ejecutivo estatal de que el instituto político estará en buenas manos.
Con la confianza del gobernador y el apoyo recibido desde la Ciudad de México, Ramírez y Cazarín abrirán una casa Morena en cada municipio veracruzano, buscarán recuperar a los líderes de las colonias y a la gente que verdaderamente ha acompañado los esfuerzos del movimiento de regeneración nacional; es decir, con humildad y a ras de suelo tocarán cada puerta para hacer llegar el mensaje de cambio que promueve la 4T.
Las 212 oficinas municipales del partido servirán como el enlace de las principales figuras del partido con el pueblo, se trata de una estrategia política que redituará en el diseño exitoso de las campañas y propuestas con perspectiva social, que, finalmente, redundarán en el triunfo en las urnas.
Morena es un partido joven, posicionado en el ánimo de millones de veracruzanos y requiere de la dedicación y experiencia de sus dirigentes para mantenerse en la simpatía electoral de la población.
Cuitláhuac García ha tomado una decisión muy acertada, confió en dos hombres leales al proyecto transformador. Esteban Ramírez y Gómez Cazarín darán un nuevo aire a este partido, colocarán como coordinadores distritales y municipales a los mejores perfiles. Asimismo, nombrarán como representantes en los órganos electorales a los mayores especialistas en la materia, esto con la finalidad de defender la voluntad ciudadana de cualquier anomalía que pudieran causar los intereses mezquinos de los adversarios políticos.
Morena va con todo su empuje, es el rival a vencer, y, con estas nuevas figuras, se fortalece para ganar el 2021.